Maria Adriá
Biografía
Empecé a practicar Kyokushin a los 3 años, sin embargo, desde que nací he vivido rodeada de él. Soy hija de Shihan Leo, por lo que desde bebé he asistido a múltiples campeonatos y entrenamientos a apoyarlo. Gracias a ello, he tenido el gran honor de poder crecer en esta gran familia que forma el Kyokushin.
Respecto a los campeonatos, la verdad es que de pequeña no destacaba mucho. Debido a mi carácter, nunca he sentido demasiada presión por ganar, por lo que simplemente disfrutaba de la competición. No fue hasta 2011 (año en el que entrené mucho) cuando gané mi primer Campeonato de España en la categoría Infantil. Fue entonces cuando descubrí el “sabor de la victoria” y empecé a creer mucho más en mí misma y en que realmente podía llegar donde quisiera, solo dependía de mi actitud y mi entrenamiento.
De todas formas, no volví a subir al pódium hasta llegar a Junior (cuando los combates empiezan a ser al ko). Desde entonces he intentado asistir al mayor número de campeonatos posibles. Sinceramente, el sentimiento de antes, durante y después de pelear no lo cambiaría por nada del mundo.
Por otro lado, también estoy dando clases a los pequeños en el dojo y cada día me enseñan algo distinto. Disfruto mucho dando clases, es una manera de ver el Kyokushin desde otro lado totalmente diferente, preparar las clases, analizar las necesidades de cada uno y la manera de cubrirlas. Además, me gusta ser creativa en mis clases y buscar diferentes métodos de enseñanza.
De momento, mi objetivo principal es seguir avanzando en el Kyokushin en todos los niveles. A nivel más personal, me gustaría seguir dando clases y formándome como instructora. A nivel de competición, quiero seguir compitiendo en Kumite para tener cada vez más experiencia. Además, mi mayor sueño es ganar el Campeonato de Europa, asistir a la Copa del Mundo y, más adelante, al Campeonato del Mundo Sin Pesos (el próximo será en 2023).
Por último, no podía faltar en mi biografía, quiero agradecer a todos y cada uno de los que conforman esta gran familia que es Fighters Leo. No podría haber llegado donde estoy sin ellos, me han apoyado en los momentos más difíciles, me han enseñando a no rendirme nunca, me han ayudado a avanzar y, sobre todo, gracias por confiar en mí.
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